Frederique Constant revive la magia de la década de los 80, con el regreso del reloj Manchette. Una joya que no solo da la hora, sino que marca actitud con espíritu glam-rock.
La pieza destila irreverencia y nostalgia gracias a su diseño cuadrado. Además, su brazalete flexible presenta un emblemático motivo Clou de París, llamando al clasicismo y aportando al mismo tiempo un diseño revolucionario.
En este reloj, lo que importa es la funcionalidad y la actitud, eliminando las complicaciones mecánicas y el exceso de ostentación. Ligero y cómodo, representa a la perfección la filosofía de Frederique Constant, materializando su lema Time to be bold (“Es hora de ser audaz”).
El Classics Manchette se presenta en cuatro versiones. Dos de ellas abrazan la tendencia mineral que arrasa en los accesorios contemporáneos: la malaquita en verdes veteados, vibrante y casi psicodélica, y el ónix negro, profundo y minimalista, donde solo las agujas parecen flotar. Las otras dos encarnan dos extremos de sofisticación: el lujo brillante de 158 diamantes engastados frente a la sobriedad mate de una esfera blanca con números romanos.